Y llegó la hora de volver…

20 Abr

DSC_0701 Anastasia y Florence, bellezaDSC_0493

DSC_0308 (2) Hilda y malama de colada

DSC_0307

Llevo aquí quince días y creo que ya va siendo hora de que escriba un post de despedida.

No he tenido ganas. No quería decir adiós a este blog. Porque esta ha sido mi ventana con el mundo de aquí durante tres meses, mi espejo para mostraros un poco de mi y de la realidad que esta ahí, aunque no la veamos, el altavoz para difundir parte de lo que he sentido, experimentado y vivido durante este tiempo.

Y decir adiós es definitivamente aceptar que no puedo seguir haciéndolo; que ahora estoy aquí y aquello ya forma parte de mi memoria, de mi alma, de mi corazón, pero no de mi día a día cotidiano

P1070996 Dos de mis debilidades: Eva y Lussele

P1070999 

Pero hay que aceptarlo. La vida continúa y hay que seguir el camino, siempre hacia adelante y nutrirse de lo pasado para escribir el futuro.

Deporte (47)  FutbolP1080028  Tocando con Jane y Manansa                 

DSC_0476Eva, jane y Lussele

                                                                                                                                                                                DSC_0437 (2) El angel de Eneless

DSC_0448

Miki y Maren cocinando Nshima

No es fácil volver aquí. Aunque aquí este bien y este feliz, Durante este tiempo tenia la sensación de que estaba de vacaciones para visitar a mi familia y amigos y que en unos días iba a volver a “mi casa” en Lusaka.

Lo echo muchísimo de menos. Mi vida allí, mi gente, el clima, hablar en ingles…Todo. Siento una punzada en el corazon cada vez que pienso mis niñas, una sensación de vacío… Aun hay días que de repente me encuentro con la cabeza allí, pensando en que estaría haciendo en ese momento, en que estarán haciendo. Días que me encuentro un poco desubicada y no me encuentro. Supongo que es normal.

 17.02.13 jonnylenge (13) Billar improvisado

Confieso que me da miedo que con el tiempo aquello quede solo en un recuerdo, en una experiencia mas vivida. Tengo miedo a olvidar sensaciones, olvidar emociones, olvidar la crudeza de una realidad que me ha hecho ver las cosas de otra manera. No quiero que llegue ese día en que no me he acordado ni un minuto de mis niñas.

Es duro darte cuenta de que no vas a volver a ver a esas personas. De que la gente que todos los días te hacia feliz, te llenaba de vida , amor, alegria…no estan aquí a tu lado y no sabes si las volverás a ver en tu vida. Que la vida completa que estabas viviendo se acabó y ahora estas aquí. Pero aunque tengo nostalgia infinita no estoy triste. Es imposible estarlo cuando vengo con tantas cosas recibidas. Seria injusto.

Irme estos meses a Lusaka y vivir esta aventura es lo mejor que me ha pasado en la vida.

P1080229 - copia  Ultimo dia..tristesP1080222 Cena de despedidaP1080247 DSC_0374 (2) Twister zambiano

No cambiaria nada de lo que me ha pasado. Todo, lo bueno y lo menos bueno ha sido maravilloso. He experimentado y sentido, emociones, cosas dentro de mi que no había experimentado en 28 años. Cada día he aprendido cosas nuevas; de la vida ,de la gente y la condición humana, de mi misma… he estado mucho tiempo a solas conmigo misma, me he conocido mas, me he querido mas…ha sido un master de vida.

He sido plenamente feliz. En 90 días creo que solo la primera semana, que fue dura, no he tenido un día triste, de esos grises. Todos los días me acostaba con una sonrisa en los labios y la sensación de que era plenamente feliz, que no tenia a penas nada pero no necesitaba nada mas…Y eso no creo que haya nada que pueda igualarlo.

 DSC_0337 Lecciones de anatomiaP1080263 La sonrisa de chippoP1080267Rosemary y Memory

He aprendido que la felicidad está en cualquier sitio y se puede encontrar una sonrisa y alegría en las situaciones mas crudas o complicadas

Que las personas tenemos una capacidad de adaptación infinita. Que hay gente increíblemente fuerte. Que la vida esta llena de superhéroes de carne y hueso que no vemos porque se esconden y porque no miramos lo suficiente.

Que la vida nos pone infinitas zancadillas pero está en nosotros rendirnos o seguir luchando contra ellas con una sonrisa.

He aprendido que se puede desafiar al destino, y hacerle un corte de mangas

He aprendido lo que es DAR de verdad y que hay personas en este mundo infinitamente generosas e increíblemente buenas.

 DSC_0523 Preparando la misaDSC_0561  Eva y Enless, complicidadDSC_0578   Nathasa y las demas trabajando en el campo. Fortaleza

DSC_0492

He descubierto la verdadera bondad de la condición humana.

Me he reconciliado con la Iglesia. He visto todas las cosas buenas que hacen y lo que son los verdaderos Cristianos, gente que de verdad sigue la doctrina de Jesús de Nazaret, que vive como él predicaba, gente que entrega su vida para mejorar la de los otros.

Me he dado cuenta de que hay muchas formas de vida, estilos de vida tan distintos, y que todos son válidos e igualmente dignos, que con cualquiera se puede alcanzar una vida plena. Que podría vivir en África, en cualquier sitio del mundo, llevando una vida distinta (ni mejor ni peor) y ser feliz.

He aprendido que no hay nada más grande en esta vida que el AMOR. Es lo único que se necesita para vivir. El amor y la salud, todo lo demás es secundario, es un añadido.

 DSC_0263 Competicion deportivaP1060996 Y ganamos!!

Soy tremendamente afortunada, por haber podido vivir esta experiencia y estoy agradecida a la vida por habérmelo permitido. Me siento tan feliz…

Soy una persona privilegiada por haber nacido donde he nacido y tener las facilidades que tengo

Soy una persona feliz y a partir de ahora mis deberes son intentar serlo todos los días de mi vida, ser agradecida y ver siempre lo bueno de lo malo, no borrar la sonrisa y no perder la esperanza. Se lo debo a toda esa gente, se lo debo a la vida.

Solo espero no olvidar muchas de las cosas que aprendí y que la vorágine de este “primer mundo” no me engulla.

Es fácil acostumbrarse a lo bueno de nuevo y dejarse llevar por el afanán consumista del tener, el querer y el aparentar, aunque vengas con otra mentalidad. Y ese será el gigante con el que tenga que luchar para ser fiel a mi misma. También es cierto que no puedes vivir aquí como lo hacías allí, porque serias un inadaptadado. Como siempre, en el termino medio está la virtud.

África me ha tocado dentro, tengo una muesca en el corazón y se que eso no voy a olvidarlo en la vida. Tengo una nueva familia a miles de kilómetros de la que quiero saber, quiero cuidar y seguir aprendo de ellos

 DSC_0689 Memo, Fryda, Twambo y yoDSC_0684 Josh y su hermano Brian

Volveré, de eso estoy segura…As soon as possible.

Conociendo la noche de Lusaka…

27 Mar

P1080182Con Maren, Eddie y Nathan

No me podía ir de Zambia sin conocer la fiesta de Lusaka. Claro que no, la vida nocturna de una ciudad forma parte también de su cultura.

El sábado por primera y última vez desde que estamos aquí salimos de fiesta. De las de verdad, de las de volver a las 6 de la mañana.

Nathan, Eddie y Reuben nos llevaron a los 3 “mushungus” de parranda. 20.30, una hora que aquí ya es para estar recogido; nos pasaron a buscar y para desesperación de mis amig@s, lo siento, diré que sigo llegando tarde cuando quedo con alguien…¡Es que no sabía que ponerme! Eso no cambia este en Lusaka, Valladolid o en la Conchinchina…con la diferencia que es que aquí realmente no tenía que ponerme. Mi vestuario no dispone de nada para la vida nocturna de una ciudad, y a parte de deportivas, mis converse y unas chanclas no tenia zapatos aparentes…Me probé múltiples combinaciones como hago en casa, solo que las combinaciones eran el mismo pantalón con diferentes camisetas. Así que me puse mi ropa mas arreglada: jeans, una camiseta y mis sandalias que empiezan a caerse a trozos. (por favor, que me aguanten una semana más…) Mi compi Maren me arregló el atuendo dejándome un chaleco, que la verdad mejoró el conjunto…

P1080181 Mi pequeñaja

Eso si, el ojo me lo pinté. Después de 3 meses volví a pintorrejearme la cara. Y ya solo con eso parecía que estaba súper arreglada. jajajaja…Poco podía hacer con los medios de los que disponía así que tenía que sacarme el mejor partido. Vale, al principio confieso que no, que salí de casa pensando que parecía una quinceañera y seguro que la gente iría mucho mejor vestida que yo… aunque no me importaba demasiado, la verdad. Pero luego, me sentía hasta irresistible… 😉

Un par de llamadas de los chicos más tarde, porque estaban esperando (hay cosas que no puedo cambiar), nos metimos 6 personas en un turismo, eso aquí es hasta poco, no es ni infracción. Primera parada 500 metros más adelante, en la gasolinera de enfrente de City of hope: A echar gasolina y cambiar la rueda… ¿en serio? si así comenzaba la noche…prometía!! 🙂

Empezamos la noche en una zona bien de la ciudad. En unos bares cerca de un centro comercial donde va mucha gente blanca. En el primer bar no nos dejaron entrar porque uno de los chicos iba en deportivas blancas… ¡me pareció tan fuerte que hasta aquí llegue la gilipollez…! Como no me voy a sentir en casa si hasta aquí existe la tontería y los porteros son idiotas…

Entramos en otro bar en el que la gente estaba bailando salsa. La verdad es que no parecía que estábamos en África. La gente vestía bien, la bebida era cara, y la música no era africana. Al principio solo mirábamos a la gente que bailaba, porque lo hacían tan bien, que daba palo ponerse a bailar a su lado, pero una cerveza mas tarde (y digo una, porque mi nivel de tolerancia al alcohol después de mis meses de casi abstinencia es ínfimo) ahí estábamos en la pista salseando. Y fue empezar y no parar….y cuando la música cubana dio paso a la africana el cuerpo ya estaba caliente para continuar con lo que fuera. Una de las veces mire al reloj y eran las 12…parecía que eran las 4 de la mañana!! Es lo que tiene salir a horas en que en España no te has empezado ni a duchar.

P1080172

Mis niños Zambianos: Eddie, nathan y Reuben

P1080179 Aprendiendo bailes Zambianos

De ahí, cuando el ambiente fue decayendo nos fuimos a la conocer la verdadera noche autóctona. No bares de gente bien y de muzhungus, bares de cervezas a precio razonable y en los que éramos los únicos blancos que por cómo nos miraban al entrar, estoy segura habían pisado por ahí en mucho tiempo. Así que a mover el esqueleto en modo Zambiano y reírnos con los personajes que nos rodeaban…¡Vaya un percal! ¡Estaba lo de mejor cada casa! Se acercaban, bailaban contigo, te hablaban, pero tú solo asentías con la cabeza porque no se les entendía ni papa…totally drunk!! Aun así, ellos seguían su inteligible conversación contigo y tú te partías de risa como si lo entendieras todo… la verdad es que en el primer bar bailé como si no hubiera un mañana y me lo pase genial, pero lo que me reí en el segundo… Miki y yo coincidimos en que nos gustó más este porque era más autentico: más cutre, más sucio, con gente más corriente, pero más divertido y mas “esencia africana”.

P1080194

                                                                        P1080198     

Le cambié durante unos minutos los zapatos a una mujer, que estaba totalmente borracha y llevaba unos tacones de mínimo 15 centímetros. Se quito los zapatos porque la dolían los pies y la dije: -“quieres mis sandalias para descansar?” Y ahí que me puse los zancos… que sensación crecer 15 centímetros de golpe y que todo el bar te mire, porque la mushungu que no para de bailotear ahora lleva taconazos y saca una cabeza a medio bar. Pocas veces me he sentido tan observada. He de decir que he perdido práctica con los tacones, pero pude comprobar de nuevo lo que te cambia el look un taconazo…

P1080190   P1080193

Momento taconazos…

P1080189

Un par de cervezas más tarde, a una de las cuales me invitó mi amiga “la tacones”, y un kebab comprado en la puerta, dimos por finiquitada la visita a ese garito y nos despedimos de nuestros nuevos amigos. Porque lo bueno que tienen esos bares es que a la salida hay como una caseta y una parrilla donde te venden comida. Todo muy práctico, como a mí me gusta! Qué más da si en hueles a fritanga, todo el mundo huele igual!!

P1080195

Acabamos la noche en un bar lleno de espejos bailando cual quinceañeros mirándonos al espejo, y viendo “Rafaela”, la reposición de las 5 y media de la mañana. ¡Menuda manera de echarte de los bares! Te apagan la música y ponen la novela con volumen en la tele… Así que después de ver un poco de mis últimos enredos amorosos, nos fuimos para casa, amaneciendo y llegamos a COH con cambio de watchman y la puerta abierta.

Un desayuno con pan del bueno recién horneado antes de irse a la cama y a dormir 4 horitas antes del Sunday lunch con las niñas, a las 12.30. Había dormido poco, pero no estaba demasiado cansada, no tenia resaca y no me dolían los pies. Perfecto para disfrutar de mi último Domingo aquí.

Así que ya puedo decir que conozco una cosa mas de Lusaka, su fiesta y ¡Me encantó mi party night Zambiana!

Mr Lungu y familia

24 Mar

DSC_0605 Con Mr Lungu

El domingo 24 de febrero, nos fuimos de excursión. Mr Lungu, un profesor de la escuela con el que nos llevamos muy bien nos dijo que nos llevaría a “Climb up a mountain”. La montaña era una colina, y lo de escalar quedo en un paseíto campestre, pero la verdad es que la mañana estuvo genial. Dimos un paseo por Linda, un barrio a unos 15 km de Lusaka, subimos a la colina y divisamos Lusaka y alrededores desde allí, paseamos por el rio donde había mujeres haciendo la colada, vimos un arrozal…

DSC_0622

DSC_0652

Me encanta pasear por los barrios periféricos de Lusaka. Ahí es donde ves la verdadera vida de la gente de Zambia. Las casas, los puestos de verduras, las Barber-shop, los niños jugando en las calles sin asfaltar. Siempre, cuando nos ven recorriendo las calles nos gritan –“Muzhungu!” (blanco Njanja), es como si dijeran: intruso… No hay muchos “muzhungus” que paseen por esas barriadas. Pero siempre desde la extrañeza, el respeto, con una sonrisa y buenos saludos.

DSC_0664

DSC_0658

Los niños vienen detrás de ti cual flautista de Hamelin. Hace un par de semanas estuvimos visitando con Valentina, una moja italiana que lleva aquí 30 años Jonnylenge, otro barrio del extrarradio y durante las tres horas que duro nuestro caminar por sus calles llevamos una comparsa de unos 30 niños detrás. Te saludaban, se te agarraban de la mano y se ponían a caminar a tu lado a nuestro paso, acompañándote todo el paseo. Esta vez no fue tan exagerado, también yo creo que porque íbamos con uno de los suyos.

Después de nuestro paseo antes de regresar para comer con nuestras niñas, fuimos a casa de Mr Lungu. Conocimos a su mujer y sus dos pequeñas niñas: Victoria (4 años) y Agnes (2 años y medio). Fueron dos cosas las que me llamaron la atención: Su mujer y su casa.

DSC_0679

No sé cuantos años tendrá su mujer, pero me pareció muy jovencita. Me impresionó la timidez y la sumisión que desprendía. No solo hacia su marido, sino hacia nosotros también. Le preguntaba todo antes de decir algo o hacerlo, estaba pendiente de lo que él quisiera en todo momento…No me imaginaba a su mujer así, porque Mr Lungu, parecía un Zambiano occidentalizado, hablando con él te das cuenta de que le gustan las costumbres europeas, incluso nos ha contado que le gustaría irse a vivir a Europa, parece una persona de mente abierta…Pero sin embargo viendo su familia no me lo pareció tanto. Tal vez por mucha apertura o aproximación a otras formas de vida, algunas barreras culturales siempre van a estar ahí.

Cuando me saludó a mi me hizo una especie de genuflexión; me sentí mal, le agarre y le di un abrazo y dos besos. Se quiso hacer una foto conmigo, que por supuesto primero pidió hacerse a su marido. Me pregunté que pensaran ese tipo de mujeres de las que son como yo.

DSC_0677

Me dio mucha ternura, pero también lastima; y sé que es su vida y que es feliz, pero no ha visto otra cosa. A ella le ha tocado vivir esa vida y el azar ha querido que yo naciera en un país con igualdad de oportunidades, en una familia libre, con educación, todo tipo de libertades y de posibilidades para alcanzar cualquier meta. Eso ella no lo ha tenido y me da rabia lo injusto que es el azar. Lo afortunadas que somos simplemente por el lugar donde nos toca vivir y las posibilidades que la vida ofrece a unos pocos y quita a otros. Asi, porque si, sin motivo.

Siento una tremenda tristeza cuando lo pienso y una cierta culpabilidad por la impotencia de no hacer nada y ser una de las privilegiadas de poder elegir mi vida.

La otra cosa que me impresionó fue su casa. No hay gran diferencia entre la casa de Mr Lungu y de las del barrio de la Cañada Real en Madrid o de una chabola en el barrio de las flores de Valladolid.

Una casa sin rematar, con hormigón y cemento en bruto, como si estuviera a medio terminar. Sin puertas (cortinas que separan las estancias), techo de uralita, cables a la vista, cocina de 1m cuadrado, y eso si, en el salón una tele, equipo de música, ordenador, y sofás.

Esa es la casa de un profesor. Me puse a imaginar cómo serian las casas de la gente más pobre, si él se supone que pertenece a la clase media del país. ¿de qué nos quejamos nosotros? Esa es toda la oportunidad que tienen algunas de las pocas personas que pueden estudiar y tener una profesión.  No es justo.

Muchas veces nos quejamos por no tener una casa mas grande, un coche mas caro, lo ultimo en moda. Un bolso de marca se convierte en nuestra meta del mes, y competimos por ver quien tiene mas y mejor… Yo misma he sentido la sensación de frustración al no poderte permitir “un lujo”. Si todos los días pudiéramos ver por un agujerito cómo viven otras persona conformarnos con lo que tenemos seria lo mínimo que haríamos.

No sé si por ignorancia, porque no ven otra forma de vivir o porque son simplemente realistas, pero saben vivir con lo que tienen. Son felices, no necesitan demasiadas cosas.

Aquí me he dado cuenta de que yo tampoco las necesito. No tengo prácticamente nada y soy feliz, disfruto de esta vida, que ahora es mi vida, y no echo de menos ir de compras, tener una casa con mas comodidades, lo último en moda o ponerme una joya. De verdad, no lo necesito. Solo me da miedo pensar en mi vuelta. Es fácil aquí, pero lo difícil es que sumergida de nuevo en ese mundo del consumismo, el tener y el aparentar no te dejes envolver por ello. No soy hipócrita y se que volveré a mis costumbre occidentales, me seguirá encantando ir de compras… Es imposible mantener tu forma de vida de aquí allí. Pero no quiero sentir la frustración del querer siempre más. Solo espero ser igual de feliz que aquí sin nada, allí con todo al alcance. Y deseo que el poso de todo lo que se me ha movido por dentro quede ahí y dirija mi vida.

CONOCIENDO A RAFAELA

21 Mar

1

Siempre me ha gustado mi nombre, por muchas razones. Suena bien, no es demasiado común, es corto, mi madre lo tenía elegido desde que era pequeña y perteneció a mi tatarabuela, La señora Lidia, que vendía requesones en Medina del Campo.

Bien, ahora estoy empezando a pensar en cambiármelo… aquí el 50% de la gente me llama Rafaela. Empezaron a llamármelo las niñas con las que vivo porque decían que me perecía a la protagonista de una novela que ven por la noches, que resulta que es doctora y dicen que tiene mi pelo y viste como yo, lleva vaqueros, bolsos a modo bandolera y a veces pañuelos en el pelo. La curiosidad me hizo empezar a ver con ellas algún día la serie. Así que aquí me tenéis, en Africa enganchada a una telenovela colombiana (que por supuesto aquí ven en ingles) para saber que va pasando con “mi vida”. Como no tengo tele y además no lo veo todos los días, las niñas, que son súper fans de ella, me van informando día a día de lo que ocurre. Es tan genial ver cómo me miran cuando lo veo con ellas, es como si de verdad pensaran que la que besa al prota o dice te quieros soy yo, se sonrojan, sonríen y cuchuchean entre ellas… y disfruto cuando emocionadas me van contando cada capítulo. Parece que les va la vida en ello, sienten pena por mí cuando Rafaela sufre y extrapolan los personajes a la vida real, la hermana (que es mi compi Maren), un marido, el amante…

17.02.13 jonnylenge (41)

Lo más curioso del asunto es que no me parezco en absoluto, al menos yo no veo la semejanza por ninguna parte, pero es que allá donde voy me llaman Rafaela. En la clínica, los niños del cole, incluso por la calle. Os lo prometo. Es algo alucinante. Cuando hemos ido por barrios o sus mercados donde no suelen ir blancos siempre hay alguien que me ve pasar y me llama Rafaela. No una, ni dos personas… cuando lo oigo, ya siempre saludo. Es divertidísimo sentirse una estrella de la tele, como una famosa a la que reconocen por la calle. Y ya muchas de las niñas han dejado de llamarme por mi nombre.

Así que ya lo sabéis ahora soy RAFAELA, living in Zambia

Conviviendo con el VIH

19 Mar

Cuando vives en un país con una prevalencia de VIH del 16 % probablemente casi todos los días te topes con gente que lo tiene.

Pese a que como blanco que viene de un país desarrollado tienes muy interiorizadas las precauciones y las posibles conductas de riesgo, no estás acostumbrado a vivirlo tan de cerca y muchas veces te sorprendes a ti mismo haciendo algo que a lo mejor no está del todo bien.

Me explico: trabajar con niños, que van siempre descalzos, se pasan el día en la calle y no paran un minuto implica tener cada dos por tres heridas con sangre, que tú en España curarías probablemente sin ponerte unos guantes. El otro día cuando lavaba el pie de una de las niñas que se había clavado no se qué trabajando por supuesto descalza en los campos (qué lucha tengo con ellas para que se pongan zapatos…!) al mirar mi mano con su sangre de repente fui consciente de lo fácil que es estar en contacto con la enfermedad sin darte cuenta. Era una de las niñas del orfanato y se perfectamente que ella está sana pero si fuese un niño que se ha caído por la calle… eso no lo sabes y un porcentaje del 16% no es una tontería.

4-827474B7-780730-480 Cuando un gesto te atrapa para siempre

M. es una de nuestras niñas. Vino a vivir aquí hace unas semanas desde un hospicio de personas enfermas de VIH. Sus padres, ambos enfermos de SIDA murieron hace unos años, ella tiene 13 años y tiene otros 7 hermanos. Tiene familia; yo conozco a uno de sus tíos que es profesor y es un encanto, pero no son demasiado pudientes y no pueden hacerse cargo de ellos. Es VIH+ y todos los días toma un arsenal de pastillas. Es una niña inteligentísima, saca muy buenas notas, es responsable, educada, elegante, de delgadez extrema, callada y tan linda por dentro como por fuera. Tiene unos ojos que cuando los abre de par en par parecen luceros. Como muchos niños en la estación húmeda tiene las piernas llenas de heridas por las picaduras de los mosquitos, con la diferencia que su sistema inmunitario no es como el de los demás niños y las heridas son autenticas yagas supurando pus y sangre que tardan su tiempo en curar. Todos los días mañana y noche le hago las curas, y le cambio las vendas de las piernas. No se queja nunca, aunque alguna vez vea las estrellas de dolor. No dice nada, solo mira mientras la curas con esos enormes ojazos y sonríe. Llevamos así semanas y parece que con ayuda de los antibióticos orales y poco a poco se van curando. Una pierna ya está completamente curada la otra casi casi…

Durante unos días en algunas reuniones estuvimos discutiendo la posibilidad de que volviera con las monjas del hospicio para gente con SIDA, donde vivía antes. Es cierto que las heridas estaban supurando bastante, que puede que fuera un riesgo para las otras niñas con las que convive, que no olvidemos tienen de 6 a 18 años y algunas son muy pequeñas. Y entiendo la preocupación de las monjas, que tienen que velar por el bienestar de todas. Pero es solo una niña, no es justo condenarla a vivir solo con gente enferma como ella, tiene derecho a estar con otras niñas y llevar una vida lo mas “normal” posible. Es feliz aquí, conoce su enfermedad, los riesgos que tiene y las precauciones que tiene que tener, y no es una niña pequeña, tiene 13 años y es muy responsable. Las niñas no saben el problema de M. y es verdad que no es justo para ellas estar en riesgo sin saberlo. Pero no se les pueden decir que M. tiene SIDA, no la tratarían igual, y ahora puede ser una más. Ya tiene suficiente complicada la vida como para hacérsela aun mas difícil. La decisión no es fácil. De momento sigue aquí…yo espero que por mucho tiempo.

Pienso mucho en ella y paso mucho tiempo con ella. Hoy mismo me ha estado enseñando a hacer pulseras y hemos estado un rato charlando de cómo se sentía aquí, que al principio fue difícil cambiar de sitio, colegio, amigos…la he preguntado quien era su mejor amiga y me ha dicho que yo…¡me la como! Es taaaan bella… La adoro. Confieso que es una de mis debilidades, no sé si porque sé su problema y me preocupo por ella tal vez mas que por otras, pero me la llevaría conmigo a casa cuando vuelva. Sin pensarlo. Su problema seguiría estando, seguiría siendo una persona enferma y huérfana pero tendría la oportunidad de estudiar, una familia, y tal vez tuviera una ventanita de esperanza en esa vida hermosa.

Hubo noches al principio de conocerla que me costaba dormirme pensando en ella. Tenía a M. todo el día en la cabeza. Me resistía a aceptar que una vez más el destino se cebara con las personas. Estaba enfadada con la vida. ¡Porque es que a veces es muy hija de puta! No tiene suficiente la pobre M. con quedarse huérfana, en un país como África, en la calle, que tiene que tener además SIDA y ser una enferma y marginada toda la vida? ¿Qué ha hecho ese ángel para merecer eso? Solo nacer… ¡No es justo!

Lo he terminado aceptando porque es la pura y cruda realidad y como ese caso hay miles, pero aun hay días que me quedo mirándola mientras maldigo a la suerte y deseo poder tener la cura para su enfermedad o ser una bruja con poderes para cambiar el destino de la gente. Me encanta verla jugando, charlando o peinando a sus compañeras, que ya son como hermanas para ella. Una sonrisa suya te llena de vida y rodear su minúsculo cuerpecito mientras la abrazo es sentir la ternura hasta en los huesos. No soy madre, ni quiero serlo por ahora, aun no tengo instinto maternal, pero creo que con ella he experimentado algo que está muy cerca de ese sentimiento. AMOR puro, tierno, protector, incondicional…

DSC_0279 Ninguno de ellos es M pero cualquiera podra ser VIH+

SENTIRSE EN CASA

17 Mar

DSCN0315

Va pasando el tiempo…Llega un dia en el que ya no te sientes el intruso blanco. No sabria decir como ocurre ni cuando exactamente, pero de repente pasa. Te sientes de aquí, sientes que podrías vivir en Zambia para siempre. Y de repente has olvidado todo lo que te resultaba incomodo o difícil de llevar.

Puede que el hecho de estar más de tres semanas incomunicada, con desconexión total con España hayan ayudado o que al tener colegas de aquí con quien jugar al baloncesto, hablar,  salir a tomar algo, te sientas más integrado.

P1070691 cerveceando

Un día en vas a la compra y no te extrañan los precios, ni los productos, ni lo que al principio te perecía una extraña mezcla de olores. Te haces a manejarte con los Kwachas y ya no te da la impresión de que siempre te están engañando.

Kitchen (83)

Cocinando Cashaba

Un día andar por caminos fangosos para ir donde sea no te supone un esfuerzo. Tener los pies sucios, mojados, o descalzarte ya es algo natural y si tienes que atravesar un charco metiéndote hasta la rodilla lo haces sin pensar.

DSC_0370DSC_0317

Con Eddie y Alice

De repente llega ese día en que te encuentras saludando a la gente por la calle, porque ya son conocidos de la zona, vas andando y alguien te grita a lo lejos: -”doctor” o “Rafaela!”, incluso les saludas en Njanja (su lengua africana), o ese en que te interesan más las noticias de Zambia que las de España.

Te encuentras en un bar a las 7 de la tarde tomando una cerveza y viendo la final de la copa África y te sientes en casa, feliz, a gusto.

Cuando das un abrazo o un beso de buenas noches a tus niñas piensas que no quieres dejar de hacerlo nunca, y eres consciente de lo que te van a hacer falta esos abrazos cuando te vayas.

Incluso hay momentos en que se te olvida que estas aquí de paso, te gustaría ver como acaban cosas que están comenzando ahora, seguir de cerca la vida de los niños. Quieres estar en cada progreso en el cole, ver como les va mes a mes, año a año, estar con ellos cuando te necesiten en el futuro y ayudarles en las cosas importantes.

P1060902

P1060876

Rodeada de bellezas: Eva,Malama,Lidia, Hilda, Eneless, Jane, Lusele

Ya no notas que por la calle te miran como antes, como un intruso, un guiri, tal vez tu actitud ha cambiado y ya no vas como un turista despistado mirando todo con extrañeza. Ahora te sientes en tu terreno y eso la gente lo percibe.

DSC_0543P1060311

 Recibiendo amor de Rachel, Tawanda, Mary,Lupula y Memory

Te has acostumbrado a la comida, lo que entes te producía rechazo ahora hasta te gusta, ya comes Nshima. Ahora sueles comer con las manos, y te encanta!

Notas que estas hecha al lugar porque un día te das cuenta de que ya no te dan “pena”, ya no son para ti los “pobrecitos negritos” a los que les consentías al principio casi todo. Cuando por ejemplo quieres reñir a un niño por algo que está haciendo mal, no te da reparo como al principio que pensabas: “pobre…”ahora tu eres uno más aquí y ya no hay pena que libre del castigo o de recibir una buena educación. ¡Que mas prueba de que me siento en familia que sacar mi genio a relucir!

17.02.13 jonnylenge (34)

La perspectiva desde la que miras las cosas ha cambiado.

Intercambiando culturas

13 Mar

DSC_0509

Todos los días aquí son para mí un regalo, pero hay días en los que no se te borra la sonrisa de la boca y te vas a la cama con una sensación de felicidad que pocas veces había experimentado antes.

Este sábado fue uno de esos días.

Con motivo del día de la mujer que había sido el viernes 8, el sábado tuvimos espectáculo sobre danzas tradicionales africanas. Por primera vez desde que estoy aquí y ante la insistencia de las niñas preparamos una actuación. Me cogi a Maren y Miki y un grupo de 11 niñas y me dispuse a ello. Puesto que ellos iban a bailar bailes tradicionales, yo tenía que hacer algo típico de España. No soy experta en Jota, Sevillanas, Muñeira o Saradana, y por otra parte no iba a ser tan divertido, así que me decante por que bailáramos “Sarandonga”. Vale, no es tradicional, pero es una mezcla de rumba – flamenco “tipical spanish”. Gracias a Laura, mi cuñada, que me mando canciones de pachangueo español me hice con ella.

En una tarde teníamos la coreografía acabada, aunque confieso que al principio me desespere un poco, porque no escuchan, todas hablando a voces al mismo tiempo, discutiendo unas con otras…fue un poco locura…y como la paciencia no es una de mis virtudes acabe dando alguna que otra voz. Superados los escollos iniciales teníamos la coreografía preparada, (es fácil cuando todas bailan como diosas) y todos estábamos nerviosos y emocionados con nuestra actuación.

Empezó la tarde con un speak de Sister Prisca sobre las tradiciones en África. Una especie de reflexión bastante interesante sobre lo bueno y lo malo del progreso y las cosas que se pierden por el camino, entre otras cosas tradiciones ancestrales. Después de la introducción empezó el espectáculo.

DSC_0507P1070567

P1070547

Siete actuaciones cargadas de significado y belleza. Se pintaron la cara como en las tribus que emulaban, hicieron faldas con sacos y chapas de botella y nos deleitaron que esos movimientos de cadera imposibles y esas canciones de ritmos mágicos. Un regalazo para alguien como yo para el que todo en esta cultura es nuevo

P1070506

Nosotros íbamos en tercer lugar. Preparado el “Sarandoga team” con faldas largas, descalzas y una flor en el pelo empezó el jaleo. Y Sarandoga empezó a sonar en un recóndito lugar de Zambia… el espíritu gitano nos atrapo y dimos todo en el escenario… (como dijimos antes de salir: a mover las faldas, a mover los “matakos” (culo en njanja) y a pasárselo bien!) Y eso hicimos, pasarlo en grande

P1070522

Sé que ellas disfrutaron, pero yo lo hice aun más viendo que ellas se lo estaban pasando tan bien, viendo sus caras de felicidad y sus sonrisas mientras bailaban y viendo al publico emocionado palmeando a ritmo de rumba. La ovación fue enorme y nos pidieron repetir el baile cuando todos acabaron. ¡Todo un éxito! Confieso que incluso disfrute mas la segunda vez, estaba como más relajada y todo el mundo entregado. No borre la sonrisa de mi cara en los 4 minutos de canción. 🙂

Me llama mucho la atención que después me venían los chicos y chicas y me decían “Lidia, you can dance!!” sorprendidos de que supiera bailar mínimamente. Jajaja los blancos tenemos fama de poco bailarines, aunque claro, a su lado no se puede decir que lo hagamos muy bien, bailar como ellos es otra cosa, están a otro nivel.

No os imagináis la sensación de orgullo y felicidad que da saber que has hecho tan felices a tantas niñas compartiendo algo tuyo, enseñándoles algo del lugar en el que vienes. Que les haya gustado, que te digan que no pueden quitarse la canción de la cabeza, que han disfrutado muchísimo y que nunca van a olvidar ese dia…

Me han prometido que el dia que me vaya lo bailaran para mi…ya puedo ir preparando el pañuelo.

Por la noche cuando me iba para casa, podía oírlas a lo lejos aun cantando “sarandonga…”. Y yo no podía parar de repetirme lo dichosa que era, lo feliz que me habían hecho esas princesas y el gran día que había tenido. Me metí en la cama agotada, pero con un subidón de energía inmenso.

El sábado 8 de Marzo lo recordaremos como el día que “Sarandonga” conquisto Zambia y la rumba y el gitaneo poseyeron a un montón de jóvenes en Lusaka. Lolita estaría orgullosa de mí. Yo también lo estoy por haber al menos de mostrado una parte de nuestra cultura a gente tan lejos, y más en estos momentos en que todo lo que viene de España son malas noticias. Al menos para ese grupo de jóvenes que estaba esa tarde en City of Hope, España “mola”. Así que nunca olvidemos lo bueno que tenemos porque que el carácter español es something different!!

P1070528

Y Cuchibiri, cuchibiri…..!!!

Mis pérdidas

11 Mar

Solo llevo unas semanas aquí y no hago más que romper y perder cosas. Traje cosas para dejar aquí y darlas pero a este paso me tienen que dejar ellos algo a mi.

DSCN9899 Primer paseo por Lusaka, con mis chanclas y mochila

No llevaba ni 24 horas en Lusaka cuando dando un paseo por uno de los caminos de cerca de CHO mi chancla quedo atrapada en el lodo de un charco y se me despegó la suela de cuajo… Por algo quería yo unas de suela tracking del Decathlón! (pero con eso de irme en invierno fue misión imposible encontrar sandalias en ninguna tienda)

17.02.13 jonnylenge (29)  UNa calle de Lusaka cualquiera

La cosa no queda ahí, porque a los pocos días se me empieza a despegar la suela de mis otras sandalias (he traído 3), ya iba a preguntar donde se podía conseguir aquí Super-glue e incluso pregunte a los Workers de la finca si tenían algo para pegarlas, Cuando Sor Richarda me dio un poco de pegamento… Conseguí pegar lo poco de la suela de las segundas pero para las otras necesito un bote entero, y de los grandes. Duraron una semana restauradas. Tuve que comprarme unas en el mercado. Hoy mismo ha muerto mi tercer par.

Mis deportivas andan machacadas de jugar al básquet entre charcos y correr en barrizales, con remiendos para salir del paso. Así que así estoy; ojo avizor con mis zapatos…rezando para que aguanten hasta el final.

¡Si es que no me extraña! Con tanta lluvia aquí no hay zapato que sobreviva. No hay camino en el que no encuentres un zapato o una chancla rota tirado. Lo único verdaderamente útil aquí son las katiuskas o ir descalzo. Lo primero te cuece los pies con este calor, pero es más seguro; lo segundo te los deja hechos una mierda. Pero puede que al final sea hasta sensata su manía de ir descalzos.

DSCN9903

IMAG0478   Esto encuentras en cualquier paseo..

Mi mochila murió. Se me rompió el asa de cuajo. Es mi bolso favorito cuando salgo de viaje .La mochila de cuero que me compre hace 6 años en Túnez. Una de mis mejores inversiones. Pensé que era inmortal porque era más dura que una roca, pero he comprobado que no… Intenté coserla. Pero como ya habréis imaginado sin éxito alguno. Mi don innato no es la costura, aunque sea capaz de hacerme remiendos a la ropa y coser botones, y además, coser piel, no es una cosa de amateurs. Así que mi bombilla se encendió y pensé que si aquí en el centro de adultos dan clase de costura quizá me la podrían arreglar. Ahí está hace semanas en el taller, aquí ya sabéis que las cosas van despacio; veremos el resultado.

Al poco de estar aquí mi MP4 decidió que no era sitio para seguir vivo y me dejo.

Sin duda la pérdida más grave haya sido mi cámara de fotos. El día que volvimos de Livingston la pantalla dejo de funcionar. Tal vez no pudo soportar tanta humedad el día anterior… Justo me di cuenta entrando por la puerta de City of Hope cuando llegamos, porque saque la cámara para inmortalizar el momento de la bienvenida, con todas las niñas rodeándonos y abrazándonos. Pero no pude. La verdad es que durante unos segundos me disgusté, pero no me dio tiempo a recrearme en mi “problema” entre tanto torrente de amor. No olvidare lo que mi compañero me dijo después cuando íbamos para casa: “Me ha encantado que no te hayas dejado llevar por el disgusto y hayas disfrutado del momento”. Mi respuesta fue: “es solo una cámara, algo material”. No voy a mentir y decir que no me importa, porque me fastidia tener aun semanas por delante llenas de momentos que capturar y no poder hacerlo porque no tengo con que. Pero más allá de eso, sinceramente me ha dado un poco igual. No puedo hacer nada, y no adelanto nada enfadándome. Aun un me sorprendo de mi actitud ante mi perdida…

Hwange-Livingston-Victoria falls (254) Ultima foto con mi NIKON, entrando en  casa…

El otro día al ir a la ciudad, no sé si al bajarme del coche, en el hospital, o donde… perdí un foulard. Vale, no es importante, y no me importo, pero aquí solo tenía 3…

Lo de la ropa es una odisea. Tengo tres pantalones largos y en dos de ellos me paso el día cosiendo rotos. Es lo que tiene traerte la ropa más vieja y que la lavadora de aquí te machaque las prendas.

Cuando estuvimos en Hawage (Zimbawe) me deje allí varias cosas de aseo, entre ellas mi crema de contorno de ojos, que es el único ritual de belleza que estaba siguiendo… así que ahora solo jabón y la crema hidratante para el sol.

¡Qué distinto es perder cosas cuando no tienes otras para reponerlas! Cuando tienes las cosas contadas. Cuando de verdad las necesitas. Me encanta sentirme así…

¿Pero sabéis algo? No me he disgustado en serio por ninguna de mis cosas. Diréis que es normal, porque la mayoría son tonterías,  pero os aseguro que yo me suelo pillar bastante cabreo o un mal rato por cosas insignificantes cuando las pierdo o se rompen. Tengo menos cosas que nunca y no me importa quedarme sin ellas.

Vivo con pocas cosas, en una casita bastante modesta, son los lujos contados (llamemos lujos a tener un portátil, la posibilidad de conexión a internet un rato cuando hay señal y no estamos incomunicados, electricidad y agua caliente y la posibilidad de ir al supermercado).Y siento que tengo mucho más de lo que necesito.

A veces paso “hambre”, y otras me comería toda una pastelería, pero no me cuesta tanto trabajo no comer.

Hace dos meses que no me pongo pinto el ojo y me pongo taconazo. Pero me veo más guapa que nunca.

No tengo tele, y aunque tendría mucho tiempo para verla no lo echo de menos, he recuperado mi relación con la lectura y tengo tiempo de escribir.

Muchas veces hago menos cosas de las que haría en España, y aun así siento que aprovecho a tope los días

Estoy más tiempo sola que en mi ciudad pero puedo contar con los dedos de una mano las veces que me he sentido sola aquí.

En ocasiones me cuesta comunicarme con la gente por el idioma y siento que me entienden y empatizan conmigo como nadie.

Todo lo que antes de venir aquí me suponía un problema sigue ahí, pero ahora no los veo irremediables.

Ei man, it´s basketball time !

9 Mar

Siempre he sido un poco chicazo. No es que no sea femenina, que lo soy, o al menos cuando quiero, aunque mi madre a veces discreparía un poco con esta afirmación. Sino que soy fuerte físicamente (aunque mentalmente no sea tanto) y me han gustado las cosas “de chicos” toda la vida.

De pequeña, hasta que Sándrula nació yo era la única chica entre mi hermano y mis primos y el Scalestric, los coches, el futbol, los videojuegos de peleas y el pressing catch eran mis juegos habituales que alternaba con Nenucos y barriguitas.

Cuando crecí me fue llamando la atención todo lo relacionado con el aire libre y los deportes de riesgo y aventuras. Me encanta el deporte, practicarlo y disfruto viéndolo. Me vuelve loca el futbol (puede que en esto tenga algo que ver tener un hermano que hasta los 18 años solo hablaba de futbol, y fue la herramienta de mama y mia de acercarnos a ese adolescente introvertido) y me llego a convertir en una autentica hooligan viendo algunos partidos. Soy uno de esos casos raros de chicas a los que les gusta más el futbol que a su novio.

Tengo aguante físico y no soy demasiado quejica, cosa que supongo, el género masculino valora a la hora de aceptar a una chica en su grupo de colegas.

Aquí en Zambia me relaciono la mayor parte del tiempo con monjas, niños y mis niñas del orfanato. Mi tiempo de ocio lo paso con mi compi Maren o con mis boys.

IMAG0483

Aquí tengo mi pandilla de tíos. Miki y Jean Paul, Reuben (Mi teacher de basket, “The boss”) y sus colegas (todo men). Maren a veces se une pero siempre está ocupada (Es alemana y lo lleva en los genes) o cansada. Las polacas solo se apuntan para cosas de iglesia o rezo, así que lo del deporte o tomar una coca-cola o cerveza por ahí, ya ni se lo proponemos. Como veis no me quedan muchas más opciones que las del género masculino, que suele ser más divertido 😉

Hemos visto juntos partidos de la copa África, en los que por cierto Zambia, la campeona a batir hizo el ridículo, y justo este miércoles vi el Milán– Barca… sin comentarios.

Jugamos al baloncesto casi todas las tardes y tomamos algo en un bar de vez en cuando.

IMAG0480-1

Me han aceptado como a uno más. Me saludan como si fuera uno de ellos, como yo solo había visto en las pelis americanas, mano, puño, y choque de hombro. Me siento muy macho cada vez que lo hago. ¡Me encanta!

DSC_0518 - copia - copia   Reuben, mi basket teacher

Los partidos de basket son una autentica batalla campal. Ellos son fuertes, rápidos, súper buenos. Están a otro nivel (aunque intento “Do my best” y que se note lo menos posible), es como si intentara jugar con la NBA. Como últimamente llueve tanto la cancha está llena de agua y barro siempre y acabas rebozada de mierda como una croqueta.

Jamás de los jamases he terminado tan sucia practicando ningún deporte. Zapatos llenos de agua, manos, cara, ropa llena de barro…Ellos juegan a veces con chanclas e incluso descalzos, yo prefiero que mis zapatillas hagan chof chof.

DSCN0121 asi acabas tras un ratito de juego

Tal vez tenga algo que ver que ninguna vez me he quejado por la lluvia, por estar sucia, cuando la pelota cae en un carcho y me salpica, al caerme en el barro o por la fuerza del juego, pero no me han hecho sentir diferente a pesar de ser la mas débil y mala de todos. Nunca ninguno ha dicho que no me quería en su equipo, aunque lo pensaran.

Hace años que no jugaba al baloncesto (yo creo que desde el colegio) y aparte de que le estoy cogiendo el punto y voy mejorando poco a poco me está empezando a enganchar.

Esto es basket callejero, casi todos son buenísimos (desde pequeños se pasan horas jugando frente a una canasta), y es imposible estar a la altura. Teníais que ver cuando se quitan las camisetas…son fibra pura. Puedo repasar anatomía con sus torsos, no hay musculo que no se les marque.  Sé que no soy uno de ellos, y no dejan de verme como una chica, pero me encanta tener mi pandilla masculina Zambiana.

DAR CUANDO NO SE TIENE

7 Mar

Generosidad: Inclinación o propensión del ánimo a anteponer el decoro a la utilidad y al interés

Seguro que muchos de vosotros os consideráis personas generosas, que lo sois, al igual que yo me consideraba antes de estar aquí. Lo que pasa es que mi concepto de compartir ha cambiado un poco, y sinceramente ya no me veo tanto.

Cuando llegas a un sitio en el que la gente vive de la ayuda o la caridad de los demás, o no tiene ni la mitad de la mitad de lo que tu tienes y ves como comparten lo que poco que poseen contigo o con quien sea, sin preguntar, sin dudar, solo dar…te planteas de nuevo que es de verdad la generosidad.

Dar es fácil cuando tienes cosas de sobra, cuando puedes comprarlo de nuevo o tienes para reponerlo, pero el verdadero merito es ofrecer tu tiempo, tu dinero, tu comida, tus posesiones, lo que sea… cuando te quedas para siempre sin ello. Ese el verdadero DAR, dar cuando no se tiene.

Intento buscar las palabras para describir lo que se siente cada vez que me han regalado, ofrecido o compartido algo aquí conmigo, no las encuentro, EMOCION podría englobar algunas de ellas. Han sido muchas las veces que la he sentido:

La primera vez fue un día en el que Mary Molema se me acerco después del Lunch y me dijo: – tengo algo para ti. Me cogió la mano y me regalo un chupachups  envuelto en una servilleta de papel. Ok, muchos de vosotros pensareis que, que te regalen un chupachups no para hacer un monumento a nadie, ni como para escribir un post sobre ello. Pero cuando unas niñas viven de la caridad de las monjas, se alimentan a base de Nshima y arroz, y van descalzas la mayor parte del tiempo porque muchas solo tienen un par de zapatos, que tienen que reservar para la iglesia o el colegio, os aseguro que un “lollipop” se convierte en un autentico tesoro. Solo puedes mirarla emocionada, decir gracias mil veces, pronunciándolo despacio, queriendo que ese “Thanks you very much” no suene como otras veces, porque este es mucho más grande, y darla un abrazo de esos en los que el alma traspasan cuerpos.

abrazando Mary Abrazando a Mary

Si, hay muchos tipos de abrazos, no todos quieren decir lo mismo, ni transmiten lo mismo. Hay abrazos apasionados, abrazos de protección, achuchones, abrazos de oso amoroso, abrazos de despedida, de reconciliación… Yo os hablo de ese abrazo cálido, envolvente, fuerte, ese en el quieres decir cosas sin hablar, en el que toda energía , tu agradecimiento, tu emoción, tu cariño se transmiten no sé por qué fuerza física (de contacto, de convección..) pero traspasa materia y alma. Tal vez sea porque con el hándicap del idioma las emociones se transmiten mejor con gestos que con palabras, porque he roto una barrera emocional de esas que nos ponemos a nosotros mismos, o que simplemente aquí tienes más motivos para hacerlo, pero he dado ese tipo de abrazos muchas veces aquí. Y son momentos tan especiales, tan mágicos, en los que te encuentras como en un levitar que no quieres que acabe.

Mary está en mi grupo de estudio y es de  las niñas que más cosas me regalan. El día San Valentín me hizo una postal preciosa, en ella decía que me quería mucho, que no dejara de sonreír, que solo podía hacerme ese regalo por San Valentín porque no tenía muchas cosas para darme, que era para ella una persona muy importante… ¿Creéis que es posible no emocionarse con ese tipo de presentes? No lo es.  Así que ¿cómo no celebrar San Valentín este año con tanto amor?

valentines present Lupula dando amor

Valantines´present                                                        Lupula dando amor

Siempre está compartiendo cosas conmigo, una chuche, su comida, su tiempo… Junto a Cecilia me hizo una pulsera con los colores de Zambia, que llevo desde ese día como si fuera mi más preciado tesoro.  Otro día, como saben que me encantan las magdalenas que ellas hacen, Mary y un grupo de niñas me hicieron una enorme de chocolate y cuando estaba sentada con ellas como una de tantas noches hablando bajo la inseka me hicieron cerrar los ojos y me pusieron la magdalena delante. 10 pares de ojos mirando mi cara sorprendida y sonriendo generosidad. Yo solo pude alcanzar a decir a punto de llorar un: “Thanks, thanks… You are the best!” y abalánzame con los brazos abiertos sobre ellas. Nos fundimos todas en un abrazo colectivo, pura energia. Al principio no me dejaban compartir la magdalena, porque decían que era para mí, pero me negaba a comérmela yo sola delante de ellas. Accedí a comerme el primer trozo, y después fui partiendo pedacitos y dando en la boca una por una a las niñas que allí estaban. Fue un momento genial!!

Eneless, otra de mis debilidades y Mary estuvieron una tarde entera haciéndome trenzas. No es una expresión, ni exagero, fue una tarde entera; vamos, al menos 3 horas peinándome…que paciencia, madre mía!! Sin quejarse, sin decir nada, sonriendo y cantando. Así que si, ya me he hice trenzas africanas y el resultado fue divino. Toda la gente aquí me decía que estaba beautiful. El único inconveniente fue que para peinarlas como mi pelo no es como el de la gente de color, usaron vaselina que tienen ellas para sus peinados. No sé cuantos kilos y kilos de vaselina untaron en mi débil cabellera, pero cuando a los 5 o 6 días me quite las trenzas, no había manera de que mi pelo se liberara de tal cantidad de grasa…4 jabonadas el primer día, una semana lavándomelo mañana y tarde…incluso un par de días llegué a usar detergente para los platos (tipo Fairy, el milagro anti grasa..). Finalmente poco a poco recupere mi pelo. Me han dicho que justo antes de volverme a España me las hacen otra vez, pero creo que me lo voy a pensar antes de acceder de nuevo, o al menos aunque duren menos hechas que sea sin Vaselina.

Imagen

Cuando estoy con ellas en su hora del supper (cena) o siempre que están comiendo algo, te ofrecen, y se empeñan en que comas. Al principio tratabas de explicarlas que es su comida, que yo ya comería luego, o que no me apetecía, pero ahora casi siempre pruebo lo que me dan. Si lo rechazas o al menos probarlo su contestación es: – “BAD MANNERS LIDIA!” Esa expresión se ha hecho popular entre nosotras y ya lo utilizamos a modo de broma.

Hay un lugar aquí que se llama “Salvation home”, que lleva sola una americana, Mama Carol, en el que viven niños que recoge de la calle. Hemos estado allí un domingo visitándoles, jugando con los niños, y echando una mano en la cocina y limpiando. Teníais que ver aquello… esa cocina no había donde cogerla… Nada más llegar los niños que allí viven nos dieron una taza de té y un trozo de bizcocho que habían hecho. Igual que hacemos nosotros con la gente que no conocemos de nada.

Imagen In Salvation home

No les cuesta decir te quiero, como a nosotros. Creo que me han dicho aquí mas te quieros que en toda mi vida. Siempre te están dando algo, lo que sea, una flor, un abrazo, una sonrisa, su tiempo y su compañía…Cualquier persona te ofrece su ayuda si preguntar, sin importarle que tu tengas más o menos, seas blanco o negro, o de donde vengas. Solo abren su mano y dan. Y eso te desmonta, te hace sentir insignificante y pequeño, pero a la vez protegido, agradecido hasta el infinito y tu cuerpo es recorrido por un rio de felicidad y ternura que durante segundos no te deja respirar.

Ahora decidme, ¿seguís pensando que somos tan generosos?

Kitchen (81)

COCINANDO CASHABA