Llevo aquí quince días y creo que ya va siendo hora de que escriba un post de despedida.
No he tenido ganas. No quería decir adiós a este blog. Porque esta ha sido mi ventana con el mundo de aquí durante tres meses, mi espejo para mostraros un poco de mi y de la realidad que esta ahí, aunque no la veamos, el altavoz para difundir parte de lo que he sentido, experimentado y vivido durante este tiempo.
Y decir adiós es definitivamente aceptar que no puedo seguir haciéndolo; que ahora estoy aquí y aquello ya forma parte de mi memoria, de mi alma, de mi corazón, pero no de mi día a día cotidiano
Dos de mis debilidades: Eva y Lussele
Pero hay que aceptarlo. La vida continúa y hay que seguir el camino, siempre hacia adelante y nutrirse de lo pasado para escribir el futuro.
Futbol Tocando con Jane y Manansa
Miki y Maren cocinando Nshima
No es fácil volver aquí. Aunque aquí este bien y este feliz, Durante este tiempo tenia la sensación de que estaba de vacaciones para visitar a mi familia y amigos y que en unos días iba a volver a “mi casa” en Lusaka.
Lo echo muchísimo de menos. Mi vida allí, mi gente, el clima, hablar en ingles…Todo. Siento una punzada en el corazon cada vez que pienso mis niñas, una sensación de vacío… Aun hay días que de repente me encuentro con la cabeza allí, pensando en que estaría haciendo en ese momento, en que estarán haciendo. Días que me encuentro un poco desubicada y no me encuentro. Supongo que es normal.
Confieso que me da miedo que con el tiempo aquello quede solo en un recuerdo, en una experiencia mas vivida. Tengo miedo a olvidar sensaciones, olvidar emociones, olvidar la crudeza de una realidad que me ha hecho ver las cosas de otra manera. No quiero que llegue ese día en que no me he acordado ni un minuto de mis niñas.
Es duro darte cuenta de que no vas a volver a ver a esas personas. De que la gente que todos los días te hacia feliz, te llenaba de vida , amor, alegria…no estan aquí a tu lado y no sabes si las volverás a ver en tu vida. Que la vida completa que estabas viviendo se acabó y ahora estas aquí. Pero aunque tengo nostalgia infinita no estoy triste. Es imposible estarlo cuando vengo con tantas cosas recibidas. Seria injusto.
Irme estos meses a Lusaka y vivir esta aventura es lo mejor que me ha pasado en la vida.
Ultimo dia..tristes Cena de despedida Twister zambiano
No cambiaria nada de lo que me ha pasado. Todo, lo bueno y lo menos bueno ha sido maravilloso. He experimentado y sentido, emociones, cosas dentro de mi que no había experimentado en 28 años. Cada día he aprendido cosas nuevas; de la vida ,de la gente y la condición humana, de mi misma… he estado mucho tiempo a solas conmigo misma, me he conocido mas, me he querido mas…ha sido un master de vida.
He sido plenamente feliz. En 90 días creo que solo la primera semana, que fue dura, no he tenido un día triste, de esos grises. Todos los días me acostaba con una sonrisa en los labios y la sensación de que era plenamente feliz, que no tenia a penas nada pero no necesitaba nada mas…Y eso no creo que haya nada que pueda igualarlo.
Lecciones de anatomia La sonrisa de chippoRosemary y Memory
He aprendido que la felicidad está en cualquier sitio y se puede encontrar una sonrisa y alegría en las situaciones mas crudas o complicadas
Que las personas tenemos una capacidad de adaptación infinita. Que hay gente increíblemente fuerte. Que la vida esta llena de superhéroes de carne y hueso que no vemos porque se esconden y porque no miramos lo suficiente.
Que la vida nos pone infinitas zancadillas pero está en nosotros rendirnos o seguir luchando contra ellas con una sonrisa.
He aprendido que se puede desafiar al destino, y hacerle un corte de mangas
He aprendido lo que es DAR de verdad y que hay personas en este mundo infinitamente generosas e increíblemente buenas.
Preparando la misa Eva y Enless, complicidad Nathasa y las demas trabajando en el campo. Fortaleza
He descubierto la verdadera bondad de la condición humana.
Me he reconciliado con la Iglesia. He visto todas las cosas buenas que hacen y lo que son los verdaderos Cristianos, gente que de verdad sigue la doctrina de Jesús de Nazaret, que vive como él predicaba, gente que entrega su vida para mejorar la de los otros.
Me he dado cuenta de que hay muchas formas de vida, estilos de vida tan distintos, y que todos son válidos e igualmente dignos, que con cualquiera se puede alcanzar una vida plena. Que podría vivir en África, en cualquier sitio del mundo, llevando una vida distinta (ni mejor ni peor) y ser feliz.
He aprendido que no hay nada más grande en esta vida que el AMOR. Es lo único que se necesita para vivir. El amor y la salud, todo lo demás es secundario, es un añadido.
Competicion deportiva Y ganamos!!
Soy tremendamente afortunada, por haber podido vivir esta experiencia y estoy agradecida a la vida por habérmelo permitido. Me siento tan feliz…
Soy una persona privilegiada por haber nacido donde he nacido y tener las facilidades que tengo
Soy una persona feliz y a partir de ahora mis deberes son intentar serlo todos los días de mi vida, ser agradecida y ver siempre lo bueno de lo malo, no borrar la sonrisa y no perder la esperanza. Se lo debo a toda esa gente, se lo debo a la vida.
Solo espero no olvidar muchas de las cosas que aprendí y que la vorágine de este “primer mundo” no me engulla.
Es fácil acostumbrarse a lo bueno de nuevo y dejarse llevar por el afanán consumista del tener, el querer y el aparentar, aunque vengas con otra mentalidad. Y ese será el gigante con el que tenga que luchar para ser fiel a mi misma. También es cierto que no puedes vivir aquí como lo hacías allí, porque serias un inadaptadado. Como siempre, en el termino medio está la virtud.
África me ha tocado dentro, tengo una muesca en el corazón y se que eso no voy a olvidarlo en la vida. Tengo una nueva familia a miles de kilómetros de la que quiero saber, quiero cuidar y seguir aprendo de ellos
Memo, Fryda, Twambo y yo Josh y su hermano Brian
Volveré, de eso estoy segura…As soon as possible.